La Crítica: El primer jinete del Apocalipsis

El gurú norteamericano de la terapia de pareja, John Gottman, en su libro “Las 7 reglas de oro para vivir en pareja” identifica cuatro prácticas profundamente dañinas para las parejas, que cuando se presentan juntas y perduran en el tiempo suelen terminar en un quiebre/separación/divorcio. Por este motivo es que estas conductas son conocidas como los 4 jinetes del Apocalipsis, y suelen presentarse en el siguiente orden: críticas, actitud defensiva, desdén/desprecio y actitud evasiva. A continuación encontrarás una descripción de la primera de ellas: La crítica.

Todas las parejas tienen altos y bajos, diferencias de opinión, peleas y discusiones varias. Esto es esperable. Sin embargo, Gottman diferencia entre lo que denomina “queja” que la entiende como un reclamo puntual sobre una conducta determinada que le causó malestar a uno de los miembros de la pareja, y la “crítica” propiamente tal que se refiere a una queja más profunda y que involucra a la persona en su totalidad.

Para facilitar su comprensión, les dejo un ejemplo:

Juan y Mariana llevan pololeando varios años. Han comenzado a vivir juntos hace 6 meses lo que ha requerido ciertos ajustes de cada uno para facilitar la convivencia y ha aumentado la tensión entre ellos en cuanto a lo que espera el uno del otro. Un jueves cualquiera en que habían acordado ir al cumpleaños de la mejor amiga de Mariana, Juan le manda un whatsapp disculpándose por no poder ir y diciéndole “Perdóname que no pueda ir pero surgió un imprevisto. Ahí te explico. Besos”.

Un ejemplo de crítica de parte de Mariana sería la siguiente: “No puedo creer lo irresponsable que eres. Siempre me haces lo mismo. Ya no se si puedo contar contigo para nada. Mejor empezaré a hacer mis cosas por mi lado para no seguir desilusionándome más de ti”. En este caso, producto de un atraso puntual, Mariana hace un juicio general de Juan, donde pone en duda su responsabilidad, el valor de su palabra, y le expresa que ya no confiará más en él en el futuro.

Por el contrario, una queja podría ser como: “Que rabia que te corras a último minuto. Habíamos acordado ir juntos. Tu sabes que era importante para mi”. Aquí, queda claro que Mariana no está contenta de la negativa de Juan para asistir según lo acordado. Sin embargo, se entiende que a pesar de su malestar, Mariana no emite juicios sobre la forma de ser de su pareja.

Los sexólogos nos enfrentamos a situaciones como estas a diario, dado que muchas veces un desencuentro puntual -como podría ser la negativa a tener relaciones sexuales en un momento x- puede generar en quien se siente rechazado una serie de pensamientos negativos que lo conduzcan a defenderse de este dolor, criticando al otro. Lamentablemente esta estrategia defensiva suele ser más nociva que el problema inicial, dado que quien recibe la crítica, puede tender a defenderse de la misma, posiblemente criticando de vuelta, con lo que se genera un círculo dañino que puede avanzar en escaladas de negatividad interminables.

Aprender a separar los problemas puntuales de las quejas generales puede ser un factor protector de tu relación que te ayudará a tener una interacción más rica y sana. Evita los “tú siempre” o “tú nunca” y enfócate en el problema específico. Posiblemente la reacción de tu pareja será mejor -dado que se enfocarán en la conducta específica- y evitarás que aparezca otro de los jinetes: la actitud defensiva.

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